¿Por qué no Pinkston?

By |Published On: junio 18, 2021|Categories: West Dallas|

Una mirada a la monumental temporada de baloncesto del equipo femenino de las Lady Vikings

La capitana Tamia Flores lanzando un tiro sobre la defensora de Gilmer High School en el juego que llevó a las Vikingas de L.G. Pinkston High School al juego de semifinales estatales por primera vez en la historia de la secundaria. Foto por Robbie Rakestraw

El reloj marcaba los segundos finales del encuentro mientras el público esperaba ansiosamente de pie el silbato final.

Cuando por fin terminó el encuentro, aficionados de L.G. Pinkston High School, padres y ex alumnos se abrazaron emotivamente, lloraron y celebraron algo que se le había negado a las Vikingas en años anteriores: La posibilidad de disputar las semifinales del torneo estatal. 

El equipo había sufrido en temporadas anteriores cuando se vieron derrotadas por Melissa High School en dos años consecutivos. Sin embargo, con una nueva mentalidad y hambre por triunfar, el equipo finalmente logró superar esa barrera. 

“Nuestras jugadoras lo merecen,” fueron las primeras reacciones de la entrenadora Nicolle Stovall. “Llegar hasta estas instancias es algo bastante emotivo por el hecho de que hemos trabajado duro por ello.” 

Parte por la que este logro fue emotivo fue porque las Vikingas venían desempeñando un buen nivel de juego en los años anteriores y estaban a un paso de poder dar el salto al siguiente nivel. 

Otro motivo por el cual dicho logro es emotivo es porque nadie había apostado por Pinkston para lograr algo así. Nadie hubiera pensado que esta secundaria llegaría a estar entre los mejores cuatro equipos de la 4A en el estado. 

“Bastantes dudaban de nosotros y no creían que nuestras jugadoras tenían talento o calibre así que nuestra motivación siempre fue mostrarles a la comunidad de Dallas-Fort Worth de lo que somos capaces», dijo Stovall. 

Para Pinkston, no solo era en lo académico que se les cuestionaba. Al principio de la pasada década, Pinkston era una de las secundarias en la lista de un desempeño académico malo por años consecutivos. Debido a esto, a la secundaria se le advirtió que si no se veía un margen de mejora, la secundaria se vería forzada a cerrar. 

Después de vivir estas situaciones complicadas, logros como llegar a esas semifinales, recibir siete becas por fútbol americano en 2021 y tener a múltiples equipos en rondas de eliminatorias son señales de que lo mejor está por venir. 

Juego por juego

La pretemporada para las Vikingas comenzó el 6 de Noviembre antes de abrir los juegos de conferencia. La pandemia fue uno de los obstáculos que más afectó al equipo esta temporada. 

Tamia Flores, capitana y escolta dijo que el Covid-19 fue un problema no solo de salud médica pero también afectó la mentalidad del equipo.  

“Sabíamos que por el Covid teníamos que mantenernos enfocados y no prestarle atención a lo que pasaba afuera», dijo Flores. “Teníamos que jugar por nosotras y eso es lo que hicimos.” 

Dejarae Thomas, estudiante de tercer año, dribla el balon sobre la jugadora de Gilmer. La mayor parte de las Vikingas consiste en jugadoras de primer a tercer año como Thomas, quien retornara´para jugar la siguiente temporada. Foto por Robbie Rakestraw

La pandemia afectó la preparación del equipo y el calendario una vez el equipo comenzó a jugar de manera regular. Para Stovall, algo fundamental esta temporada fue la “flexibilidad.”

“Era una situación en la que íbamos juego por juego,” dijo Stovall. “Hubieron veces que íbamos en camino a un juego y de la nada por protocolos de Covid-19  se tenía que cancelar.” 

Las Vikingas abrieron sus juegos de conferencia con una actuación dominante al vencer 75-27 a Carter High School el 2 de Enero del presente año. El equipo culminó sus juegos de conferencia en otra actuación soberbia al vencer 76-6 a Roosevelt High School. 

Pinkston terminó con un registro de 8-2 en la conferencia, logrando así un puesto seguro en los juegos de eliminación directa para el campeonato estatal. 

Aunque Lincoln High School se coronó campeón del distrito, Pinkston fue su verdugo durante la temporada regular al vencerlos por un marcador de 69-64.

Una de las razones claves por la cual el equipo tuvo una buena temporada fue porque tenían la mentalidad de ir paso a paso. 

“Nuestro objetivo siempre fue ganar el campeonato estatal pero teníamos que estar seguras de pensar en un juego a la vez y después en el siguiente.” Stovall comento´. “Vimos bastantes juegos de nuestros oponentes para analizar sus tácticas y buscar una forma de poder contrarrestarlas a la hora de enfrentarnos.” 

Para Stovall, el hecho de tener que jugar juegos de eliminación directa fue algo clave para la motivación y la ambición del equipo de cara a lo que venía. 

“Marcamos la ruta que debíamos seguir para poder llegar a ese juego final», agregó Stovall. 

Nicolle Stovall
Nicolle Stovall, entrenadora de L.G. Pinkston High School, es fotografeada con la red del aro en la ceremonia de despedida para el equipo antes de partir a las semifinales estatales. Foto por Dallas ISD

Durante los juegos de eliminación, el equipo obtuvo seis victorias consecutivas, igualando así su mejor récord de victorias consecutivas durante toda la temporada. 

“Los últimos dos años nos hemos sentido estancadas por el hecho de que hemos perdido en la tercera ronda contra el mismo equipo. Este año, logramos avanzar tres rondas más así que definitivamente esto ayudó a mejorar nuestro nivel de juego,” dijo Flores. 

Tras caer eliminadas en las semifinales, Pinkston terminó la temporada con un impresionante récord de 26-7, logrando así la mejor campaña en la historia de la secundaria. 

“Este fue el año en el que le demostramos a todos el talento que hay en Pinkston,” dijo Stovall.

Un logro por ‘Viking nation’

Antes de que las Vikingas partieran hacia el partido de semifinales estatales, Pinkston realizó una despedida para ellas donde bastantes ex-alumnos se presentaron. Entre ellos, algunos de la clase original de Pinkston del año 1965. 

Originalmente, la secundaria abrió únicamente para estudiantes de color en 1964, siete años antes que la corte federal ordenara al Dallas ISD abrir la secundaria para diverass razas. 

Llamada en honor a L.G. Pinkston, uno de los pocos doctores Afro-Americanos en Dallas, la secundaria fue fundada para servir los proyectos de construcción de hogares en la parte oeste de Dallas. 

Después de más de cinco décadas, el 70% de los estudiantes son de origen Hispano y el 27% Afro Americano, según la DISD data.  Así mismo, el equipo es una mezcla de esta combinación, con las hermanas Tamia y Victoria Flores siendo ambas de origen Hispano y Afro Americano. 

“He hablado con bastantes ex-alumnos y ellos me han dicho que este ha sido el momento del que más se acuerdan en relación a Pinkston,” comentó el director Marlon Brooks en la ceremonia de despedida. 

Esta temporada las Vikingas marcaron aún más el camino para esa sensación de orgullo hacia Pinkston, un camino que no fue fácil de encontrar. 

“En lo personal yo creo que este tipo de logros son los que transforman algo de bueno a excelente,” agrego´ Brooks reflexionando sobre la campaña de las Vikingas. “Me quedo con cómo representaron a nuestra secundaria, el sentimiento de que pueden lograr lo que sea que se propongan.” 

El equipo de las Vikingas de L.G. Pinkston High School despues de vencer a Gilmer High School por un marcador de 46-39. Foto por Robbie Rakestraw

El lema “por que no Pinkston?” se convirtió en una motivación extra durante la temporada. Por años, la secundaria lidio con ser catalogada por inferior tanto en lo académico como en lo deportivo. 

“Sabíamos que todos nos veían como inferiores, nadie nunca pensó en lo que podíamos ser capaces de lograr», dijo Flores. 

Según Stovall, la unión que tienen estas jugadoras fuera de la cancha las hizo mejor dentro de ella. 

“Estamos hablando de 12 jovencitas que son tenaces, toman iniciativa y pelean contra la adversidad para lograr sus metas,” dijo Stovall. 

Aubery Flores, la madre de Tamia y Victoria, quienes ambas fueron nombradas en el equipo del año 2020-2021, dijo que las jovencitas siempre optan por tener prácticas extras para seguir mejorando. 

“Cada jugadora del equipo tenía su ‘super poder’ así es como lo llamo,” dijo Aubery Flores. “Todas sabían lo que tenían que hacer y lo importante que era porque Pinkston jamás había logrado algo así.” 

Un orgullo para su gente

Al final, tan solo dos puntos separaron a las Vikingas de una final estatal. En esas semifinales, este corto margen les costó la eliminación ante Canyon High School, quien terminó consagrándose campeón del torneo estatal. 

Incluso el entrenador de Canyon High School dio reconocimiento a Pinkston, quien sin lugar a dudas fue un obstáculo para su equipo. 

Son un equipo bastante físico y rápido y con su ofensiva son capaces de castigar a tu equipo si las dejas», dijo Tate Lombard, entrenador de Canyon en una entrevista para San Angelo Standard-Times después del partido. 

El respeto que ganó Pinkston después de esta temporada significó bastante para Stovall, quien fue una jugadora importante en sus días de secundaria para New Orleans Seventh Ward. 

“Hay personas que simplemente no dan suficiente crédito a estudiantes de ciudades grandes», dijo Stovall en el repaso de la temporada del Dallas ISD. “Tenemos estudiantes que tienen talento y hambre de triunfar en nuestra escuela.” 

En la postemporada el Dallas Morning News nombró a Stovall como la entrenadora de la temporada, mientras que Tamia Flores obtuvo una beca para jugar en la Universidad de Texas en Permian Basin.

Una de las cosas más sorprendentes de este equipo es que es relativamente joven. Tamia Flores es la única alumna se gradúa este año; el resto, consiste de jugadores de primero, segundo y tercer año. Victoria Flores fue nombrada como la mejor jugadora ofensiva del distrito 4A después de promediar 16 puntos, 4 asistencias y 6 robos de balón por partido. 

Esas estadísticas contribuyen a los números espectaculares que promedio Pinkston a lo largo de la temporada: 54.3 puntos, 26.4 rebotes, 8.5 asistencias y 18.3 robos por partido en temporada regular. 

“En todo mi tiempo en Pinkston, este ha sido el grupo más talentoso que he entrenado a lo largo de mi carrera», dijo Stovall. 

Con la mayoría de las jugadoras retornando para el siguiente año, las esperanzas están puestas de que este por fin podría ser el equipo que logre un campeonato estatal para Pinkston. 

Después de todo, las jugadoras también lo creen: “¿Por qué no Pinkston?”

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